LASHON HARA - LA MALA LENGUA

 

 

 

El poder de la bendición esta en nuestra boca.

 

El hablar bien, es vivir bien.

 

 

El sabio pregunta: ¿por qué fue destruido el Templo Sagrado? Porque las personas hablaron "Lashón hará" (comentarios negativos sobre otras personas) unas de otras. Entonces, un gran sabio, abstenerse de los chismes es la única y más efectiva manera de reparar el daño y traer así la Redención.

 

El habla es la herramienta de la creación - a través de ella podemos construir individuos y el mundo. Podemos alabar, alentar y dar seguridad a otros. Al hacer sentir a otro importante, nosotros lo construimos, como si dijésemos: "tu existencia es necesaria". Esto es vigorizante.

 

Por otro lado, el habla también puede ser usada para destruir. Palabras como "tú no vales nada", borran la autoestima de una persona. Como dice el rey Shlomó: "la vida y la muerte están en manos de la lengua" (Proverbios 18:21). Son incontables los preceptos que puede realizar con el habla, así como los sufrimientos que podemos ocasionar si la utilizamos inadecuadamente. Podemos usar nuestra boca para conciliar a aquellos que se hallan en discordia, para enseñar a los demás a hacer el bien y a alejarse del mal y apegarse a la verdad. El los escritos se explica que el habla negativa es incluso peor que la espada - puesto que mata a muchas personas, incluso desde una gran distancia.

 

Más allá de la destrucción individual, todos nosotros hemos visto el poder del chisme - un rumor vicioso - que rompe relaciones personales, familias, e incluso comunidades enteras.

 

Por supuesto, así como la Toráh prohibe hablar Lashón hará, también se nos prohíbe escucharla. Al escuchar una conversación negativa nosotros alimentamos el vicio y nos desensibilizamos del efecto que tiene en otros.

 

Muchas personas cometen el error de pensar que la prohibición de lashón hará - conversación negativa - se limita solamente a decir cosas falsas y mentiras. Pero eso no es así. Mentir es otra prohibición, expresada en Éxodo 20:13, 23:7.

 

Lashón Hará, es la prohibición de decir cualquier cosa negativa o despreciativa sobre otra persona - incluso cuando es verdad.

 

Frecuentemente, al Lashón hará se lo encierra en un armario de racionalizaciones. No importa si las palabras son dichas tácitamente o son sobreentendidas. Si el mensaje puede ser interpretado negativamente, entonces se está violando la prohibición de hablar Lashón hará.

 

Sé consciente de situaciones potenciales donde puede llegar a haber lashón hará y detenlas antes de que comiencen. Las reuniones están particularmente llenas de chismes: "Oh, ¿has escuchado sobre tal y tal…?".

 

Se dice que el cuerpo humano fue construido para ayudar a la persona a abstenerse de hablar lashón hará. Mientras que los humanos tienen dos ojos, dos oídos y dos fosas nasales - tenemos sólo una boca como un recordatorio de que debemos minimizar nuestra conversación.

 

"El Poder del Habla"

 

Un hombre habló rumores sobre otra persona. Un tiempo después se arrepintió de lo que hizo, y fue al rabino a preguntarle cómo podía remediarlo. "Ve al negocio y compra una bolsa de semillas" - le dijo el rabino - "luego dirígete a un gran campo abierto y esparce las semillas al viento. Luego de hacer esto, regresa a mí en una semana". El hombre hizo lo que le dijo el rabino y después de una semana regresó al mismo para saber cuál era el próximo paso a seguir. "Ahora" - dijo el rabino - "vuelve al campo y recoge todas las semillas". "Pero" - protestó el hombre - "aquellas semillas se han esparcido y han llegado a lugares remotos! Yo nunca podré encontrarlas a todas. Muchas incluso han echado raíces!". "Exactamente" - explicó el rabino - "ahora tú entiendes. Cuando nosotros hablamos mal sobre otra persona, el efecto es amplio y llega lejos. Y su daño nunca puede ser completamente remendado".

 

"La pluma es más fuerte que la espada...", y las palabras pueden causar más dolor que cualquier arma.

 

La Toráh dice que el dolor más grande en este mundo es la vergüenza. Aquel que avergüenza a otra persona y hace que se ruborice es juzgado como si hubiese derramado sangre. Y aquel que avergüenza a otra persona y hace que su cara se torne blanca y carente de sangre es comparado con un asesino.

 

Considera todos los pequeños comentarios que hacemos todo el tiempo a nuestros padres, esposos, compañeros de trabajo o a los hijos. Una palabra mal escogida, con enojo, puede causar un daño grande en la relación. Es por eso que el Talmud sugiere la fórmula para tener una vida larga y buena: No existe mejor consejo que el silencio.

 

Al darle una guía para un lenguaje adecuado al pueblo judío, Hashem también nos ha dado un gran regalo - la llave para vivir en paz conjuntamente.

 

El lenguaje óptimo es la herramienta para prevenir y neutralizar el enojo, la amargura y la envidia que comúnmente existe entre la gente. El buen lenguaje implica amor, bondad y armonía, que unen al pueblo judío unos con los otros y finalmente con Hashem.

 

Aprender a usar este lenguaje "kasher" es una inversión que vale mucho. Los beneficios para uno y para los demás hacen que el lenguaje "kasher" sea una ganancia completa.

 

"Imagínate a una persona caminando por la playa y de repente sale una ola que deja muchos diamantes en la costa". "¿Acaso tal persona -aunque fuera millonaria- se detendría de recoger los diamantes porque son demasiados para cargar?" "Es igual con el hablar bien". "Nada más porque es muy difícil cuidarse de no hablar Lashon Hara no vas a tratar de hacer lo posible"? "El Midrash dice que por cada momento que la persona habla correctamente le cae una luz tan preciosa que ni siquiera los ángeles lo entienden".

 

BARUJ HASHEM, QUE EL NOS OTORGE  CADA DIA UN HABLAR  BENDIOCN